PsicomaquiA
Guión piloto para serie de televisión.
Equipo Fantástico * 1er semestre SOGEM
ESCENA 1. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
NEGROS.
Se abre una puerta. Dos siluetas recortadas contra la luz exterior entran a la habitación oscura.
DOCTOR LOVERA
¿Haz estado en un anfiteatro antes?
MARIA
No.
Un momento después se enciende una luz de neón (primero parpadeante hasta estabilizarse) que ilumina el cuarto. Es un anfiteatro, sucio y sórdido. Las paredes de mosaicos viejos están manchadas de grasa y sangre. Una serie de planchas para autopsias también sucias, incluso con pedazos de tejidos. En una, el cadáver de un hombre gordo, aun drena fluíos de sangre diluida por tubos de plástico transparente hacia un canal al lado de la plancha que desemboca en lavaderos cutres. María se cubre la nariz con la manga de su sudadera que tapa casi por completo su mano. Es una joven de unos 20 años, podría ser bonita, pero su aspecto es descuidado y triste. Carga en su espalda una mochila vieja y deshilachada. Su cabello lacio y grasoso. El Doctor Lovera la mira con disgusto.
DOCTOR LOVERA
Te lo dije. Esto no es para ti. Entiendo que éste sea un trabajo que nadie quiera pero si no pueden conseguir alguien con experiencia por lo menos deberían contratar a alguien con edad, o con cierta fortaleza. Y no te ofendas niña pero no se que te vieron a ti.
MARIA
Es mejor que ser puta.
DOCTOR LOVERA
(Se ríe) Entiendo. Eres una chica ruda. Crees que haz sufrido mucho, te expulsaron de la prepa, y elegiste este trabajo para castigar a tus papás. Mira, no perdamos el tiempo, regresemos al hospital y que te asignen algo mas adecuado para ti, como limpiar los baños.
Coloca una mano en la espalda de María como invitándola a salir, pero ella elude el contacto y comienza a caminar despacio por el anfiteatro, como explorándolo.
MARIA
Ya lo hice. Yo limpiaba los baños del hospital, pero aquí pagan el triple.
El Doctor Lovera asiente intentando tener paciencia. María se detiene frente al cadáver y lo mira al rostro. No tiene ojos. Se los han extirpado recientemente.
MARIA
(Casi en transe) ¿Por qué no tiene sus ojos?
El Doctor Lovera se acerca molesto y cubre el cadáver con una sábana sucia, con un movimiento violento que intimida un poco a María.
DOCTOR LOVERA
Mira niña, eso no es de tu incumbencia. Tu trabajo es limpiar. Si lo quieres yo estoy dispuesto a darte una oportunidad porque el Doctor Montiel habló bien de ti. Pero si me entero de que eres una de esas artistas conceptuales que les gusta jugar con los muertos, estás fuera de aquí y fuera del hospital ¿entendiste?
MARIA
Si Doctor.
DOCTOR LOVERA
Y no estoy diciendo que tengas el trabajo. Estoy diciendo, que estás a prueba. No se si es legal que niñas como tu tengan un trabajo nocturno, pero si para mañana por la mañana está esto limpio… entonces hablamos ¿esta bien?
MARIA
Si doctor.
DOCTOR LOVERA
Bien. ¿Cómo me dijiste que te llamabas?
MARIA
Xóchitl
DOCTOR LOVERA
Xóchitl… Todo lo que necesitas para limpiar está en ese casillero. No tiene llave. No puede cerrarse. Si algo hace falta, por la mañana puedes solicitarlo a inventario. (Mira su reloj de pulso) ¿Algo más?
MARIA
No doctor.
El doctor Lovera camina hacia el instrumental y toma un bisturí que le muestra a María acercándose a ella. Ella retrocede imperceptiblemente.
DOCTOR LOVERA
¿Sabes que es esto?
MARIA
Un bisturí.
DOCTOR LOVERA
Un bisturí. Pues es muy filoso. Lo usamos para abrir a los muertos. Con la sierra que está allá cortamos los cráneos. Debes lavar todo el instrumental con sumo cuidado porque puedes lastimarte muy gravemente. La señora que estaba antes que tu perdió estos dos dedos por lavar la sierra sin desenchufarla ¿entiendes? Ella tenía trabajando aquí mas de veinte años y sólo se descuidó un momento. Esto no es un juego ¿quieres el trabajo?
MARIA
Si doctor.
DOCTOR LOVERA
Bien. Ya veremos mañana.
El doctor camina hacia la charola de instrumentos y deja el bisturí.
DOCTOR LOVERA
Cuando termines los vuelves a dejar en este sitio. No olvides lavar la charola antes.
MARIA
Entiendo doctor.
El doctor Lovera sonríe y camina hacia la salida, meneando la cabeza con divertida incredulidad.
DOCTOR LOVERA
Ay Montiel, Montiel.
Se detiene en la puerta antes de cerrarla.
DOCTOR LOVERA
Y mantén la puerta por tu propia seguridad. Yo llego a trabajar como a las 7 de la mañana. Entonces puedes irte a descansar.
MARIA
Si doctor. Muchas gracias.
El doctor Lovera sonríe divertido y cierra la pesada puerta del anfiteatro. María se queda sola y mira a su alrededor un poco intimidada. Saca de su mochila un pequeñísimo aparato de MP3 conectado unos audífonos que se coloca y enciende el aparato. Se escucha una música alegre y punk. María mira a su alrededor y sonríe.
ESCENA 2. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
Corte elíptico de tiempo. La escena continúa en el mismo espacio, pero será narrada con cortes rápidos de videoclip al ritmo la música que María escucha por los audífonos mientras, equipada con uniforme, guantes de hule rojos y paliacate de calavera sosteniéndole el cabello limpia afanosa la sangre, mugre y desechos humanos de paredes, piso, muebles e instrumental. Parece concentrada y por momentos hasta divertida lo que debe resultar paradójico y contrastante ante la sordidez de la tarea.
ESCENA 3. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
Los cortes rítmicos cesan. La música continúa pero se escucha apagada, proveniente de los audífonos de María. Trabaja casi a ras del suelo, limpiando enérgicamente, con un cepillo, una mancha del piso que parece no ceder. Al fondo, en segundo plano, el cadáver comienza a levantarse muy lentamente dentro de la sábana. María no lo nota inmersa en la música y la tarea. Al tiempo que resbala la sábana, el cadáver baja sus piernas de la plancha hasta que sus pies desnudos, del color de papel viejo tocan el piso mojado. Al estar de pie, el cadáver comienza a desparramar sangre y fluíos de su vientre abierto, y comienza a acercarse a María rígidamente, dejando un rastro rojizo y deslavado a su paso. Casi está sobre ella cuando al ampliar los movimientos de su cepillo, María llega hasta los pies sepias del cadáver y los mira alarmada. Después levanta la vista hasta su rostro, sin ojos, que parece mirarla desde sus cuencas vacías.
MARIA
¡Noooooo! ¡no, no, no, no! ¡Llevo horas lavando este pinche piso!
María arroja el sepillo molesta y se levanta mirando de frente al cadáver.
MARIA
¡Carajo!¡¿no ve que estoy limpiando?!
CADAVER
No. Señorita. No puedo ver. Me extirparon los ojos, vaya uste a saber porque. Pero si puedo oír esa espantosa música ¡y no me deja descansar en paz!
MARIA
¿Y como pudo escucharla? ¡traigo audífonos!
CADAVER
¡Puedo escuchar todo! Todo lo que tiene dentro de esa cabecita suya señorita. Esta muy triste ¡¿por qué?! Es usted tan joven y sus pensamientos son tan puros, tan bellos… ¡para que taparlos con esa horrible música! Nadie tan joven y tan bello debería estar pensando en la muerte señorita…
MARIA
¡Ese no es su problema! Mi cabeza es mía y nadie tiene derecho a meterse. Usted váyase a sus asuntos que ya no son de este mundo y deje de ensuciarme el piso ¡y por el amor de dios tápese con la sábana que puedo verle hasta la medula espinal!
El cadáver se retira un poco avergonzado.
CADAVER
Tampoco sea cruel, señorita. Ya bastante humillante es una autopsia de por si. Estoy viejo y muerto y no puedo aguantar esa música que escuchan los jóvenes de ahora… ¡es diabólica!
MARIA
Los jóvenes de ahora no escuchan esta música. Es “The Cure” y lo escuchaba mi abuelo que era un hombre santo…
CADAVER
(Acostándose de nuevo)¡Es diabólica!
De golpe se abre la puerta de uno de los refrigeradores y se desliza con violencia una plancha de la que se levanta otro cadáver, más joven y con un balazo en la cabeza.
CADAVER 2
Amiga. No escuches a este abuelito, por favor. “The Cure” es la neta. Ya me estaba transportando hacia la luz al final del túnel. Me falto… ¿no traerás algo de The Ramones?
MARIA
¡También le gustaban a mi abuelo!
CADAVER
¡Por el amor de dios!
Se abre otro refrigerador, se desliza la plancha y se levanta otro cadáver. Es una viejita que habla con una vocecita vibrante y dulce.
CADAVER 3
¡Dejen que la muchacha decida lo que quiera! ella todavía está viva ¡respeten a los vivos! Pon lo que quieras hijita, nosotros estamos bien.
CADAVER 2
¡Tres contra uno! ¡Ni modo abuelito!
CADAVER
Carmelita no cuenta. Es neutral.
CADAVER 2
¡Que neutral! ¡ella dijo clarísimo…!
DOCTOR LOVERA
¡No puedo creerlo!
María grita por la sorpresa al ver al doctor Lovera, fresco y descansado, parado frente a la puerta abierta.
DOCTOR LOVERA
Disculpa. No quise asustarte. Es que de verdad me sorprendiste. Nunca había visto este lugar tan limpio.
María mira a su alrededor sorprendida y todo está en orden. Los refrigeradores cerrados, el cadáver en la plancha cubierto por la sábana. El doctor entra y coloca su abrigo en el perchero.
DOCTOR LOVERA
Estaba acostumbrado a la limpieza de doña Carmelita, que ya estaba muy viejita y pues lo hacia así, todo (hace una seña indicando mas o menos), pobrecita.
María mira al refrigerador donde había visto al cadáver de Carmelita.
DOCTOR LOVERA
Supongo que estas muy cansada ¿no? Ya vete a descansar.
MARIA
Si. Ya solo me falta trapear…
Mira el piso pero está limpio, sin las manchas del cadáver. El doctor Lovera mira hacia el mismo lugar.
DOCTOR LOVERA
¡Que trapear ni que nada! ¡está impecable! Ya vete a tu casa. Ahora soy yo el que tengo que rogarte que regreses mañana. El trabajo es tuyo Xóchitl. Felicidades.
MARIA
Gracias doctor.
Se dirige al casillero donde saca la mochila y se desabrocha el peto. Abajo no lleva blusa de modo que intenta ponerse la camiseta haciendo malabares para hacerlo dentro del uniforme.
DOCTOR LOVERA
Puedes llamarme Arturo. Pero no lo hagas frente a los peritos porque son muy mal pensados.
MARIA
(Aun haciendo malabares) Si doctor.
El doctor nota lo que está haciendo.
DOCTOR LOVERA
¡Ah! Disculpa. Voy a salirme para que te vistas.
MARIA
(Que ya ha logrado su hazaña) No hace falta doctor. Llevo los jeans abajo. Tengo que irme ya.
Se cuelga la mochila al hombro y se dirige a la puerta.
DOCTOR LOVERA
Nos vemos a las nueve Xóchitl. Y felicidades. Lograste darme una bofetada con guante blanco.
MARIA
Me alegro doctor.
María le sonríe con malicia al doctor al pasar frente a él y al doctor Lovera no le queda otro remedio que reírse.
DOCTOR LOVERA
Supongo que lo merezco. Soy un ogro.
María llega hasta la puerta pero se detiene ahí.
MARIA
Doctor ¿puedo hacerle una pregunta?
DOCTOR LOVERA
Adelante. Dispara.
MARIA
¿Carmelita ya murió?
DOCTOR LOVERA
¿Carmelita? ¡nooooo! Después del accidente se retiró. No te preocupes. Vive muy bien. La procuraduría ha sabido compensar muy bien sus servicios.
MARIA
Gracias doctor.
DOCTOR LOVERA
Descansa.
María sale del anfiteatro y el doctor se queda mirando hacia la puerta. Fascinado.
ESCENA 4. EXTERIOR. DIA. CALLE DE LA CIUDAD.
María camina por una calle transitada. Se ve agotada y parece moverse en un tiempo distinto al de los otros, como si perteneciera a una realidad distinta. De pronto una figura del lado opuesto de la calle llama su atención. Es un hombre viejo vestido de manta y colores al estilo Huichol. El hombre le sonríe.
MARIA
¿Abuelo?
María intenta alcanzar a su abuelo pero el tránsito rápido y denso no le permite cruzar la calle.
MARIA
¡Abuelo!
Obstruida la visión por los autos veloces la figura del abuelo parece desaparecer entre la multitud de transeúntes.
MARIA
¡Abuelo! ¡Algo está mal! ¡Dime lo que está mal!
La multitud alrededor de María se ve cada vez mas enrarecida. Actúan cada vez más como autómatas, como muertos vivientes. Una mano pálida toma del brazo a María y al girar se encuentra con el rostro de Carmelita, cubierto con un sudario de tela translúcida, como en la antigüedad se embalsamaba a los muertos.
MARIA
¿Carmelita?
CARMELITA
Ellas estaban vivas. No respetan a los vivos ¡Respeten a los vivos!¡ellas estaban vivas!
ESCENA 5. INTERIOR. ATARDECER. DEPARTAMENTO DE MARIA.
María Despierta de golpe. Se a dormido totalmente vestida en el colchón sobre el piso que es su cama. Ni siquiera se ha tapado con los cobertores. Mira por la ventana los últimos rayos de sol que pintan de naranja los edificios deteriorados y tristes de la ciudad. El departamento está casi vacío. Casi no hay mobiliario excepto una mesa y una silla rústicas. Los cojines de colores sustituyen los muebles. Pilas de libros horizontales en lugar de libreros. Los escasos motivos de decoración en las paredes o colgados sobre el techo nos sugieren la magia, las culturas indígenas, las religiones orientales, todo mezclado. La cortina es una gran manta teñida con lo que parece una concepción indígena del universo simétrica y colorida.
Repentinamente se sobresalta y mira su reloj (de Mickey Mouse) con apuro. Se levanta de un salto y comienza a desvestirse y a vestirse con otras prendas negras que encuentra en el piso y selecciona por su olor. Se carga con prisa la mochila al hombro y sale del departamento.
ESCENA 6. INTERIOR/EXTERIOR. NOCHE. INTERIOR DE PESERO (SERVICIO DE TRANSPORTE PUBLICO).
María mira por la ventanilla del pesero y se encuentra con el reflejo de su cara en el cristal. De su mochila saca un pequeño espejo, se mira y se sobresalta. Comienza a arreglarse un poco el cabello con los dedos y después saca un lápiz negro con el que comienza a delinearse los ojos de una manera muy acentuada. Descubre que una niña la mira asomándose desde el asiento de adelante. María le hace un gesto para asustarla y le susurra con voz fantasmal.
MARIA
Soy vampiro. Trabajo en las noches con los muertos.
Una señora que acompaña a la niña mira a María con severidad. María le sonríe pero la señora no le devuelve la sonrisa y obliga a la niña a mirar enfrente. María se coloca sus audífonos y mira la ciudad nocturna ambientada con Rock gótico.
ESCENA 7. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
María entra apresurada al anfiteatro.
MARIA
¡Disculpe doctor! ¡me quedé dormida!
Se detiene en seco al descubrir que el Doctor Lovera está acompañado por otro hombre (maduro, gordo y vestido de traje aunque desaliñado) alrededor del cadáver de una chica joven y desnuda que está abierta del vientre y colocada en una de las planchas del refrigerador. Los dos hombres se ríen al verla entrar apresurada.
MARIA
Hola doctor Montiel
DOCTOR LOVERA
Xóchitl es la única persona que llega tarde a su trabajo nocturno porque se quedó dormida.
DOCTOR MONTIEL
Es duro acostumbrarse a estos horarios ¿verdad?
MARIA
(Mirando al cadáver)
¿Es nueva?
El Doctor Lovera cubre el cadáver con una sábana mientras habla.
DOCTOR LOVERA
Llegó hoy. Parece que algún maniático anda obsesionado con las mujeres jóvenes y bonitas. No te preocupes. Tu estás a salvo.
Parece disfrutar sus palabras mientras introduce la plancha al refrigerador. María le lanza una sonrisa inteligente. El doctor Montiel en cambio se escandaliza y se molesta.
DOCTOR MONTIEL
¿Porque no le pasas el reporte completo a ella? y que haga las averiguaciones previas y los dictámenes.
DOCTOR LOVERA
(Sonriendo, sin perder el aplomo)
No te preocupes. Es una buena chica ¿no lo ves? Es “darky”, no le tiene miedo a los muertos.
DOCTOR MONTIEL
(A María)
Esto no es un juego niña. Estos cadáveres pertenecen a la procuraduría de justicia y si tocas estas pruebas puedes terminar encerrada en la sombra ¿entiendes?
DOCTOR LOVERA
Ya lo sabe Montiel. Te digo que es una maravilla ¿cuándo habías visto el anfiteatro tan limpio?
DOCTOR MONTIEL
También te lo digo a ti Arturo. Tus… hormonas un día te van a meter en problemas.
El Doctor Montiel toma un abrigo y se retira molesto. Pero se detiene por un momento en la puerta y señala a María.
DOCTOR MONTIEL
Cuídate de los vivos niña.
Cuando el Doctor Montiel se retira, Lovera sonríe a María mientras se quita el uniforme y los guantes sucios de sangre y se dirige al lavabo para lavarse. Mientras él le habla María se dirige al casillero y se pone sobre la ropa su uniforme de limpieza.
DOCTOR LOVERA
Tienes que entender algo Xóchitl. Nuestro trabajo no es el mejor del mundo. Esta ciudad es muy violenta. Está podrida y eso puede afectar los nervios de los que trabajamos en criminología. Uno ve demasiadas cosas que quisiera no haber visto. Por tu bien te recomiendo que te mantengas alejada. Yo tampoco tengo problemas con tratar con los muertos…
MARIA
Entiendo doctor. Debo tener cuidado con los vivos. No se preocupe. No se imagina lo apartada que estoy del mundo de los vivos.
El doctor Lovera sonríe y toma su abrigo para retirarse.
DOCTOR LOVERA
Haces bien Xóchitl. Mantente lo mas alejada que puedas. Y cierra bien la puerta.
El doctor se va cerrando la puerta tras de si y al quedarse sola María hace un gesto de tristeza. Se coloca los audífonos y elige una canción en el MP3. Se escucha música clásica de cuerdas, suave y extrañamente melancólica. Mira a su alrededor mientras se coloca unos guantes rojos de hule, después, sin mucho entusiasmo, empieza sus deberes. Se dirige al lavabo y abre la llave de una pequeña manguera con la que empieza a regar una plancha de autopsia llena de sangre y tejidos que con el agua se resbalan por un canal hasta el lavadero. Los trozos mas grandes los toma con los guantes y los echa a un basurero del que sobresale una bolsa de plástico negro. Repentinamente se desespera y arroja con fuerza un pedazo grande de intestino.
MARIA
¡Bueno que les pasa! ¿esta música tampoco les gusta? ¡hace dos días que nadie me dirige la palabra! ¡sin ustedes éste trabajo no es nada divertido! ¿ya los incineraron? ¿siguen ahí? ¡No me digas que no ramón! Tu cadáver está en investigación todavía…
Se dirige a un refrigerador y se asoman unos pies congelados y podridos.
MARIA
¡Ahí estas! ¿qué te pasa? ¿no te gusta la música clásica? ¡abre tu mente chamaco! ¿Y Carmelita? Apoco alguien ya reclamó tu cuerpo.
Abre otro refrigerador y encuentra el cadáver tapado.
MARIA
¡Lo sabía! ¿qué sucede? ¿finalmente encontraste la luz? Te extraño amiga… hoy soñé contigo…
Con un estrépito que sobresalta a María se abre un refrigerador y se desliza la plancha con el cadáver nuevo. Tapado. María se acerca temerosa a la chica muerta y le retira la sábana.
MARIA
(Temerosa)
¿Qué sucede? ¿tienes algo que decirme?
Repentinamente la chica muerta abre los ojos y toma del brazo a María. Dentro de la mente de María comienzan a suscitarse una serie de imágenes vertiginosas.
ESCENA 8. INTERIOR. NOCHE. CALLEJON DE LA CIUDAD.
En una secuencia de imágenes vertiginosas, casi ilegibles, aparecen destellos de la chica maquillada y vestida como una prostituta que es atraída un auto y sometida con violencia por unas manos con guantes rojos de hule que le ponen un pañuelo en la boca y ella se desmaya.
ESCENA 9. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
María sale de la visión echándose hacia atrás asustada hasta topar con un hombre a sus espaldas. Es el Doctor Montiel y al verlo María deja escapar un grito que inmediatamente reprime.
DOCTOR MONTIEL
¿Qué carajos estás haciendo?
María mira los refrigeradores abiertos, el cadáver descubierto de la chica y comprende que no tiene explicación lógica.
MARIA
Yo… yo… sólo quería ver a la chica muerta… asesinada… nunca había visto un asesinato… yo… soy artista… conceptual…
DOCTOR MONTIEL
Te advertí que no lo hicieras. Te dije que era un delito ¿qué carajos tienes en la cabeza niña?
MARIA
Lo lamento mucho doctor… soy una imbécil… soy estúpida, por eso pierdo todos mis trabajos… yo… entiendo que estoy despedida… lo merezco…
Mientras habla María intenta escapar suavemente hacia su casillero mientras se quita el uniforme.
DOCTOR MONTIEL
¡Tu no vas a ningún pinche lado! ¡te quedas aquí!
MARIA
Pero… doctor… por favor…
El doctor la mira con hostilidad mientras llama con su celular.
DOCTOR
(Habla por el celular)
Lovera ¿adivina donde estoy papito? Yo tenía razón. Parece que tu consentida está llena de sorpresas.
María derrotada y preocupada se quita el uniforme de limpieza y cuando se va a quitar los guantes rojos, algo en ellos la impacta con imágenes violentas y tan vertiginosas que cae al piso desmayada.
ESCENA 10. INTERIOR. DIA. ANFITEATRO. FLASH BACK.
La escena es confusa y la imagen rara. Obviamente es un recuerdo o una alucinación. La chica que antes habíamos visto como cadáver y como prostituta despierta tendida en una plancha del anfiteatro, totalmente desnuda. Grita al descubrir su situación y al ver a alguien, que no podemos ver, solo percibimos sus manos cubiertas con los guantes de hule rojo, acercarse y taparle de nuevo la cara con un pañuelo. Ella se resiste un poco pero la escena comienza a mezclarse con destellos de luz y con imágenes vertiginosas y muy rápidas de un bisturí abriendo su carne y otras manos con guantes de cirujano entrar en su vientre, que se desparrama de sangre.
ESCENA 11. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
María despierta con un gesto de rechazo al frasco de sales que el Doctor Lovera coloca frente a su nariz. El doctor Lovera la sostiene e intenta incorporarla del piso. Al fono, recargado en la pared el doctor Montiel la mira amenazadoramente.
DOCTOR LOVERA
Xóchitl ¿estás bien?
María asiente asustada y confundida.
DOCTOR LOVERA
¿Quién eres?
MARIA
¿Cómo?
DOCTOR MONTIEL
Déjense de pendejadas. Sabemos que te llamas María.
DOCTOR LOVERA
¿Te llamas María?
María no responde. El doctor Montiel se acerca molesto y la levanta del brazo con algo de violencia hasta llevarla a una silla en el centro del anfiteatro donde básicamente la arroja.
DOCTOR LOVERA
Montiel. No es necesario.
DOCTOR MONTIEL
Primero que nos diga que carajos estaba haciendo con los cadáveres, quien la mandó y entonces vemos si es necesario o no.
MARIA
Me llamo María. Soy artista conceptual…
El doctor Montiel le suelta un revés en la cara que la tira de la silla. María tiembla y el Doctor Lovera se apresura a ayudarla.
DOCTOR LOVERA
(A Montiel) ¿Pero que estás haciendo imbécil? ¿en que carajos estás pensando? ¡Por favor hazte a un lado! ¡no te metas. Déjame a mi.
El doctor Montiel retrocede sombrío hasta quedar casi oculto, recargado en la pared. Mientras Lovera ayuda a María a incorporarse hasta sentarse nuevamente en la silla. Llora y tiembla incontrolablemente.
DOCTOR LOVERA
Tu juego es muy peligroso María. No podemos ayudarte si no nos dices la verdad.
MARIA
(Llorando)
Nunca me creerían la verdad.
DOCTOR LOVERA
Es difícil creerte María. Sólo haz dicho mentiras. Pero inténtalo de nuevo. Mírame a los ojos e inténtalo.
MARIA
Puedo ver cosas… cosas que los demás no ven.
DOCTOR LOVERA
María ¿usas algún tipo de drogas?
María niega con la cabeza. Parece sincera.
DOCTOR LOVERA
Mírame… ¿haz tenido problemas… psicológicos? ¿haz visto algún doctor?
ESCENA 12. INTERIOR. DIA. HOSPITAL PSIQUIATRICO. FLASH BACK.
Con imágenes vertiginosas, violentas y sobre expuestas vemos a María vestida de blanco como un paciente de hospital, es sometida por dos enfermeros violentos mientras le atan las muñecas y los tobillos a una camilla.
ESCENA 13. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
Volvemos a le escena y momento exacto antes del flash back.
DOCTOR LOVERA
¿Qué es lo que viste María? ¿lo ves ahora?
MARIA
(Llorando)
No sé. No entiendo.
DOCTOR LOVERA
María. Tranquila. No pasa nada. Nosotros estamos aquí. Somos policías, somos doctores. No te va a pasar nada ¿tienes a quien llamar? ¿tienes papás?
María asiente con la cabeza y trata de limpiarse la nariz con el antebrazo, pero los guantes rojos le repugnan.
ESCENA 14. INTERIOR. DIA. ANFITEATRO. FLASH BACK.
Una nueva visión. Las manos con guantes rojos cubren con un pañuelo la cara de una chica. Pero se trata de una distinta.
ESCENA 15. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
Volvemos a le escena y momento exacto antes del intercorte. María hace el comienzo de un movimiento brusco pero el doctor Lovera la contiene.
DOCTOR LOVERA
Tranquila. ¿Quieres que llamemos a tus papás?
El doctor Lovera saca cuidadosamente un teléfono celular de su saco que después coloca en la mano temblorosa de María. Ella mira el teléfono asustada y confundida.
DOCTOR LOVERA
¿Sabes el teléfono de tus papás? ¿quieres que yo les llame?
María está a punto de marcar cuando el doctor Montiel se acerca por la espalda y le clava una jeringa en el brazo sobre la ropa. María apenas puede quejarse un poco antes de derrumbarse.
La imagen se va suavemente a NEGROS
ESCENA 16. ESPACIO INDEFINIDO. IMÁGENES SOBRE FONDO NEGRO.
Una nueva visión. Pero esta vez el ritmo es lento. En la oscuridad aparece el rostro de la mujer asesinada que se acerca lentamente hasta desaparecer en un detalle de sus ojos, dentro del que hay otro rostro, de otra chica que vuelve a acercarse y revelar uno nuevo, como un túnel de rostros cadavéricos. El último es María.
ESCENA 17. INTERIOR DE REFRIGERADOR EN ANFITEATRO. NOCHE.
María abre los ojos en la oscuridad. No puede moverse pero sus ojos reflejan terror al descubrir que está encerrada en los refrigeradores del Anfiteatro. Al estar paralizada toda su tensión se refleja en los ojos, que comienzan a llorar. Se escucha una voz suave y vibrante, como un susurro.
VOZ
María… niña… estas cerca de nosotros otra vez…
MARIA
(Sin mover los labios)
¿Carmelita?
VOZ 2
(Una voz masculina)
Es Carmelita y somos todos…
VOZ 3
Ahora somos todos una misma voz…
MARIA
¿Qué me sucede?
VOZ
Estas viva María… todavía estas viva…
MARIA
¿Por qué no puedo moverme?
VOZ
Te han hecho lo mismo que a las otras, niña.
VOZ 2
Te necesitan viva para extraer tus órganos niña.
VOZ 4
Ellos son el terror… el terror…
MARIA
¿Por qué me dejaron sola?
VOZ 2
Tu te alejaste
VOZ
A veces estás mas cerca de la muerte que de la vida
VOZ 2
A veces estás tan triste…
VOZ
A veces deseas morir…
VOZ 2
Con tanta fuerza…
MARIA
Llévenme con ustedes. No quiero que me toquen. No quiero que me toquen viva.
VOZ
Estamos contigo niña…
MARIA
¡No! ¡no! ¡estoy viva!
VOZ 2
Estamos siempre contigo…
Se escucha un fuerte ruido. Alguien ha abierto el refrigerador.
ESCENA 18. INTERIOR. NOCHE. ANFITEATRO.
El doctor Lovera saca deslizando del refrigerador, la camilla sobre la que se encuentra María tendida e inmóvil. Está vestida. Sus ojos están abiertos e inertes pero podemos sentir en ellos el terror, las emociones. El doctor Montiel se acerca con un formulario y una pluma.
DOCTOR MONTIEL
Murió por problemas cardiacos. Abuso de drogas. Varias. Cocaína… inhalantes… alcohol…
DOCTOR LOVERA
Si. Esta bien.
El doctor Lovera firma el formulario.
DOCTOR LOVERA
Déjame sólo.
DOCTOR MONTIEL
¡Ya deja de preocuparte Lovera! Ella era una indigente, vivía sola en un cuchitril, escapó del hospital psiquiátrico. Pasará mucho tiempo antes de que alguien note su ausencia. Nadie la va a extrañar. En realidad le estamos haciendo un favor. Los chavos como ella no tienen esperanzas. Es cuestión de tiempo que se suiciden. Alguien puede hacer mejor uso de sus órganos, de su retina…
DOCTOR LOVERA
¡Por favor Montiel! ¡todavía está viva!
DOCTOR MONTIEL
Si viva. Y es una minita de oro.
DOCTOR LOVERA
¡Que me dejes solo carajo!
DOCTOR MONTIEL
Todo pasa por algo Arturo.
El doctor Montiel abandona el anfiteatro y Lovera asegura la puerta molesto. Se dirige a la plancha y toma de ella un bisturí que se refleja en los ojos inertes de María.
DOCTOR LOVERA
Todo pasa por algo…
Con el bisturí comienza cortar la ropa de María para quitársela.
DOCTOR LOVERA
… pero esto no tenía que pasar. Nos estamos volviendo descuidados. Primero Carmelita y después tu. Ustedes no lo merecían. No son iguales que esas putas que venden sus cuerpos para comprar drogas y para mantener hijos de puta, que van a prostituir a otras jovencitas. Como tu María… no sabes como lo siento. Si las putas quieren vender su cuerpo ¡que lo vendan bien!
Rompe de un golpe una pierna se sus pantalones, rasgándolos para arriba.
DOCTOR LOVERA
Pero que sirva de algo. Que sirva para salvar una vida. Para eso las usamos ¿sabes? Para vender sus órganos. Por eso las necesitamos vivas. Para dar esperanza a quien de verdad la quiere. De verdad la necesita.
Lovera termina de romper y arrancar los pantalones de María. María le habla desde su mente. Sin poder mover los labios.
MARIA
(sin mover los labios)
¡Cuanta mierda! ¡No me toques! ¡Eres un hijo de puta! ¡No te atrevas a tocarme!
Lovera está a punto de cortarle los calzones con el bisturí pero se detiene y comienza a llorar
.
MARIA
(sin mover los labios)
¡Eres patético! Como te atreves a hablar de esperanza tu que estás podrido.
Lovera pone sus manos sobre su piel y apoya su rostro inundado en lágrimas en su vientre mientras comienza a acariciarla lentamente, como a algo muy delicado y doloroso.
DOCTOR LOVERA
¡Estoy podrido por dentro! ¡perdóname María! ¡soy patético!
MARIA
(sin mover los labios)
¡Deja de tocarme!
DOCTOR LOVERA
¡No puedo! ¡no puedo dejar de tocarte! ¡estoy enfermo!
Las manos de Lovera se deslizan por el pecho de María, de una forma cada vez mas sexual y descontrolada.
MARIA
(sin mover los labios)
No estás enfermo ¡estás muerto! ¡Tu alma está muerta! ¡tu sexo está muerto!
DOCTOR LOVERA
¡Eres una puta Malena! Por eso te maté porque eras una puta, una asesina ¿cómo pudiste engañarme? ¡tu me mataste Malena!
Lovera se hecha a llorar desesperadamente sobre el vientre de María y ella es capaz de levantar su mano, muy lenta y temblorosa hasta el cabello de Lovera, que acaricia, mientras finalmente María logra hablar con una voz débil, pero real.
MARIA
Malena está aquí. Con nosotros. Los muertos.
El doctor Lovera se sobresalta con la voz de María y la mira con pánico. Ella le señala hacia atrás, hacia donde viene el cadáver ensangrentado y putrefacto de Malena caminado despacio hacia él.
DOCTOR LOVERA
¡Malena perdóname! ¡yo también estoy muerto! ¡Yo tambie…!
Con horror el Doctor Lovera descubre que los refrigeradores se abren y los cadáveres de hombres y mujeres comienzan a moverse despacio. El doctor Lovera grita totalmente enloquecido mientras María se levanta de la plancha temblorosa y toma su mochila y su ropa de trabajo.
DOCTOR LOVERA
¡Xóchitl! ¡María! ¡no te vayas! ¡no te vayas!
MARIA
Ahora usted tiene mi enfermedad doctor.
Medio desnuda y muy débil. María camina hacia la salida del anfiteatro y abandona al Doctor Lovera en medio de lo que parece un vals macabro.
ESCENA 19. EXTERIOR. AMANECER. CALLE.
Agotada y muy maltratada. María llega caminando descalza hasta su edificio. Aún de lejos puede ver dos patrullas con las sirenas encendidas estacionadas en la puerta del edificio. Discretamente se aleja caminando.
ESCENA 20. EXTERIOR. DIA. UN PARQUE DE LA CIUDAD.
María despierta recostada sobre una banca, apoyando la cabeza en su mochila y cubierta con una chamarra grande. Junto a ella un hombre viejo, vestido al estilo Huichol lee el periódico. Es su abuelo, y María se levanta al verlo pero no parece muy feliz por el encuentro.
MARIA
¿Dónde estuviste abuelo? ¿por qué me dejaste sola?
ABUELO
¡Uyyyyy! ¡tantas cosas pasan! ¡tantas! ¡que los ojos se te llenan de tanto ver!
MARIA
Estuvieron a punto de matarme abuelo.
ABUELO
¡No míja! ¡todavía no! ¿ya viste?
El abuelo le ofrece el periódico. María no lo toma pero lo mira la portada cuna foto donde aparece la policía arrastrando al doctor Lovera que parece totalmente loco. Junto una foto como de credencial del doctor Montiel y el encadenado “TRAFICO DE ORGANOS EN EL INTERIOR DE LA PPJ”. María toma el periódico y se levanta para tirarlo en la basura, después sigue su camino pero se encuentra a su abuelo más adelante comprando un par helado que le ofrece a María.
MARIA
¿Limón?
El abuelo asiente. Ella lo toma y continúan caminando juntos.
MARIA
Hoy voy a ir al puente abuelo. Ya me decidí.
ABUELO
Ya lo se María. Por eso interrumpí mi viaje al inframundo. En los ojos de un halcón.
ESCENA 21. EXTERIOR. NOCHE. PUENTE URBANO
Es un puente muy alto sobre una autopista de alta velocidad, con muchos carriles. María y el abuelo miran hacia abajo sin hablar. Los autos pasan veloces, con las luces encendidas.
ABUELO
¿Se ve bonito no? Parece el cielo de abajo.
María asiente.
ABUELO
Pero si te tiras ahora, tu espíritu será tan débil que nunca podrás estar conmigo, ni alzar tu espíritu junto al vuelo del águila.
MARIA
¿Otra vez estuviste comiendo peyote abuelo?
ABUELO
¡Nooooo! Los muertos ya no comemos nada. Ni hace falta. Son como la rayita esa roja que dejan los coches al pasar. Una estelita de lo que fueron en vida. Si alcanzaron la libertad, serán espíritus libres. Si se fortalecieron, serán espíritus fuertes…
María comienza a llorar. El le toma la cara para mirar sus ojos.
ABUELO
¿Tas llorando?
MARIA
¿Qué va a pasar con las víctimas abuelo? ¿con todas las que mataron?
El abuelo le señala a la calle donde aparece una multitud de fantasmas paseando tranquilamente.
ABUELO
Hay oportunidad para todo el que la busque. La vida es una oportunidad. La existencia toda.
El abuelo se para sobre el barandal del puente.
ABUELO
Nadie te va a pedir cuentas.
El abuelo se hecha a volar hacia el cielo estrellado. María lo mira alejarse. Después mira hacia debajo de nuevo. Lo piensa un momento y se aleja caminado por el puente. Se cruza con un fantasma de principios del siglo XX que se pasea con un paraguas y al verla la saluda inclinando su sombrero de hongo.
FANTASMA
¿Nos deja ya?
MARIA
Si. Voy a vivir todavía un rato. Todavía falta.
FANTASMA
Me alegro.
El fantasma se despide inclinando su sombrero y continua cruzando el puente hasta desaparecer. María baja caminando.
DESVANECIDO A NEGRO.
EQUIPO FANTASTICO * 1er semestre SOGEM 2009